El Papa Francisco recibió este mediodía en
audiencia a los nuevos Obispos nombrados recientemente, a quienes los exhortó a
siempre acoger a las personas con abnegación, con entrega, en medio de ellos,
evitando el escándalo de ser “Obispos de aeropuerto”.
En su discurso, el Santo Padre reflexionó sobre la
primera carta de San Pedro: “apacienten el Rebaño de Dios, que les ha sido
confiado; velen por él, no forzada, sino espontáneamente, como lo quiere Dios;
no por un interés mezquino, sino con abnegación; no pretendiendo dominar a los
que les han sido encomendados, sino siendo de corazón ejemplo para el Rebaño”.
¡Que estas palabras –exclamó el Papa– sean
esculpidas en su corazón! Estamos llamados a ser pastores no de nosotros
mismos, sino del Señor y no para servirnos a nosotros mismos, sino al rebaño
que se nos ha confiado”. Y explicó a los Obispos qué significa “pacer”: esta
palabra significa: acoger con magnanimidad; caminar con el rebaño; y estar
siempre al lado del rebaño.
“Acoger con magnanimidad: que su corazón sea tan
grande como para poder dar cabida a todos los hombres y mujeres que encuentren
a lo largo de los días y que encontrarán y buscarán a la hora que se pongan en
camino en sus parroquias y en todas sus comunidades”.
Respecto al segundo pensamiento, “caminar con el
rebaño”, el Papa Francisco explicó que ello significa acoger a todos para
caminar juntos. El Obispo comparte con sus fieles las alegrías y las
esperanzas, las dificultades y los sufrimientos, como hermanos y amigos, como
padres capaces de escuchar, comprender, ayudar y orientar.
“Y caminando quisiera señalar el afecto hacia sus
sacerdotes. Ellos son el primer prójimo del Obispo, los colaboradores
esenciales para buscar el consejo y la ayuda, cuídenlos como padres, hermanos y
amigos. Entre las primeras tareas que tiene está la del cuidado espiritual del
presbiterio, pero no se olviden de las necesidades humanas de cada sacerdote,
sobre todo en los momentos más delicados y más importantes de su ministerio y
de su vida”.
Luego el Papa habló de la presencia del Obispo en
la diócesis.
“Sean pastores con olor a oveja, presentes en medio
de su gente como Jesús el Buen Pastor. Su presencia no es secundaria, es
indispensable. La pide la propia gente, que quiere ver a su obispo caminar con
ellos, para estar cerca de él. ¡Tienen necesidad para vivir y respirar! ¡No se
cierren!”
“Bajen en medio de sus fieles, incluso en las
periferias de sus diócesis y en todas las ‘periferias existenciales’, donde hay
sufrimiento, soledad, degradación humana. La presencia pastoral significa
caminar con el pueblo de Dios: delante, señalando el camino; en el medio, para
fortalecer en la unidad; detrás, para que nadie quede atrás, pero, sobre todo,
para seguir el olfato que tiene el pueblo de Dios para encontrar nuevos
caminos”.
El Papa Francisco también habló del “estilo de
servicio” que ha de dar el Obispo a su grey: “la humildad, la austeridad”.
Nosotros los pastores no somos hombres con “psicología de príncipes”. Y les
pidió que estén atentos en no caer en el “afán de carrera”.
“Hombres ambiciosos –ha continuado– que son esposos
de esta Iglesia, a la espera de otra mejor o más rica. ¡Esto es un escándalo!.
Si llega un penitente y te dice: yo estoy casado, vivo con mi mujer, pero miro
continuamente a otra mujer que es más guapa que la mía. ¿Es pecado, Padre?. El
Evangelio dice: es pecado de adulterio. ¿Existe el adulterio espiritual? No lo
sé, piénsenlo ustedes. No estén a la espera de una mejor, más importante, más
rica. Tened cuidado de no caer en el espíritu del ‘carrerismo’. ¡Esto es un
cáncer!”.
“No es solo con la palabra, sino sobre todo con el
testimonio concreto de nuestra vida que somos maestros y educadores de nuestro
pueblo”, agregó.
“El tercer y último elemento: quedarse con el
rebaño. Me refiero a la estabilidad, que tiene dos aspectos específicos:
‘permanecer’ en la diócesis, y permanecer en ‘esta’ diócesis, sin buscar
cambios o promociones. No se puede conocer, realmente, como pastores, el propio
rebaño, caminar delante, en medio y detrás de él, cuidarlo con la enseñanza, la
administración de los Sacramentos y el testimonio de vida, si no permanecemos
en la diócesis”.
El Congreso anual de nuevos Obispos, que concluye
hoy, ha sido organizado por la Congregación de los Obispos y por la
Congregación de la Iglesias Orientales. El Congreso estuvo centrado en la
figura del obispo como pastor. Este año han estado presentes también 26 nuevos
obispos orientales, ausentes en el Congreso de 2012, ya que se habían
encontrado con Benedicto XVI durante su visita apostólica al Líbano
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