martes, 10 de septiembre de 2013

Examen de la Oración

                  El examen de la oración es fundamental, pues está estrechamente ligado al discernimiento y nos educa para orar como el Señor quiere.
Nos dice S. Ignacio: “Después de acabado el ejercicio, por espacio de un cuarto de hora, sentado o paseándome,
-          Miraré cómo me ha ido en la contemplación o meditación.
-          Si me fue mal, miraré la causa de donde procede, y al descubrirla, me arrepentiré para enmendarme en adelante; y si me fue bien, daré gracias a Dios Nuestro Señor y haré otra vez de la misma manera” (EE 77).


Pasos del Examen de la Oración

  1. Pedir gracia a Dios para saber cómo me ha ido en la oración.

  1. Examino lo externo: tiempo, lugar, postura, etc.
Lo que ha llamado más la atención produciendo paz y consolación; las dificultades que se han encontrado; los aspectos a cuidar en la siguiente oración. (Picornell 2013: 241-242)
La integración en la vida diaria. Examen diario.
¿Hago los Ejercicios a sus tiempos destinados (EE 6 , Anot 6). ¿Cuánto dura la oración?

  1. ¿Qué ocurrió en mi interior? ¿Qué sentí? Es importante identificar los sentimientos y  escribirlos en mi Diario Espiritual:
¿He tenido mociones, como consolaciones o desolaciones (EE 6, 316-317, Anot 6)
Si es consolación, hay transformación de mi vida
Si es desolación, ¿hay obstáculos? ¿Soy agitado de varios espíritus? (EE 6 , Anot 6)
Analizar lo que realmente se me dio durante la oración: el por qué de las buenas mociones experimentadas y también el por qué de los posibles engaños o tretas.
¿Qué cosas me han ayudado? ¿Qué cosas me han dificultado la oración?

  1. Considerar si obtuve la gracia que pedí al comienzo de la oración. ¿Logré el fruto pretendido (de la petición)? Ver por dónde me va conduciendo el Señor.
Nos puede ayudar mucho para el discernimiento hacer el examen de la oración por escrito (García Domínguez 2010, 300), por ejemplo, en el Diario Espiritual. Escribir qué frases de la Biblia o de S. Ignacio, qué ideas y sentimientos te han motivado más.

  1. Concluir con una acción de gracias.
Doy gracias a Dios por la oración, por su mensaje, por su luz, y le pido claridad y confianza para mi vida.


Iglesia S. Francisco (El Silencio, Caracas)
JMT - EVC – 23 septiembre 2013

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